SECHÍN, PARACAS Y MOCHICA: APORTES AL DESARROLLO DE LA MEDICINA Y LA SALUD EN EL PAÍS Y EL MUNDO

por | 15 Mar 2021

Un pueblo sin el conocimiento de su historia pasada, su origen y cultura es como un árbol sin raíces

Marcus Garvey

INTRODUCCIÓN

Hace miles de años, en la historia de la humanidad, se desarrollaron grandes culturas en cuyo transcurso de su existencia realizaron contribuciones teórico-prácticas en el campo de la medicina. Entre ellas, la cultura Egipcia de la cual rescatamos gracias a los vestigios hallados en el papiro Ebers y papiro Westcar, su contribución a la oftalmología, ginecología, obstetricia, así como las primeras instituciones destinadas a la enseñanza de la medicina conocidas como “Casas de la Vida” y la práctica anatómica en las “Casas de la muerte”. Por otro lado, la cultura Mesopotámica que gracias al hallazgo del “Código de Hammurabi-Ley de Talión” se le reconoce su aporte en las primeras leyes para regular el accionar médico. Asimismo, en Grecia el avance del estudio de la anatomía realizado en animales y humanos gracias a Aristóteles, así como el inicio de la deontología médica con el juramento hipocrático. Igualmente, atribuimos a la cultura romana el perfeccionamiento de la cirugía, del saber anatómico realizado en hospitales de campaña y el desarrollo de la salud pública(1).

De modo que, generalmente, cuando rememoramos la historia de la medicina nos situamos en aquella historia occidental desatendiendo, ignorando u omitiendo las contribuciones de nuestras propias culturas. Es por ello que en este ensayo, con el propósito de conmemorar y revalorar el desarrollo e impacto de nuestra medicina prehispánica, expondré los principales aportes de tres culturas del antiguo Perú al desarrollo histórico de la medicina y la salud en el país y el mundo, culturas autóctonas que incluso coexistieron con las culturas anteriormente mencionadas y a la par de estas también avanzaban en los conocimientos y prácticas médicas, con ello me refiero a las culturas Sechín, Paracas y Mochica. Asimismo, responderemos las siguientes interrogantes ¿Es acaso que nuestros antepasados desarrollaron la anatomía con fines investigativos? ¿Neurocirugía y elaboración de prótesis hace más de 2000 años? ¿Qué legado y reflexiones nos dejan?

CULTURA SECHÍN

La cultura Sechín se desarrolló hace aproximadamente 1500 años a.C, hacia final del periodo arcaico tardío y el comienzo del período formativo inferior, se ubicó en el cerro Sechín, provincia de Casma, departamento de Áncash.

Con respecto a su desarrollo en la medicina, la cultura Sechín destaca por sus imágenes de órganos grabados en piedra, donde se evidencia que estos antiguos peruanos conocieron la anatomía humana a través de la disección de cadáveres y la vivisección, prácticas que aún para los anatomistas de nuestra actualidad son consideradas complejas. En referencia a la primera afirmación, la práctica de disección es corroborado en numerosas piedras líticas encontradas, entre las más reconocidas esta la imagen del interior del riñón que, según los especialistas, representa un corte frontal en el cual se aprecia periféricamente, la zona cortico-medular y el sector pielo-calicial en el área central. Asimismo, en otros grabados tallaron una columna artrósica, ya sin discos, con 5 cuerpos vertebrales y sus 4 carillas articulares respectivamente; también gran parte del tubo digestivo desde la boca y las fauces, esófago, estómago, duodeno; entre otros más. Sobre la vivisección, en una imagen lítica se ha sido evidenciado la imagen de un hombre con expresiones de dolor que realiza el ademán de sujetarse las vísceras que se escapan de su vientre herido, imagen que indica que aquellas disecciones fueron realizadas cuando el individuo aún estaba vivo(2).

Cabe rescatar que la cultura Sechín (1500 a.C) se desarrolló en paralelo de las culturas milenarias de Egipto y Mesopotamia, las cuales son consideradas hoy en día cuna de las primeras prácticas anatómicas, según muestran los papiros egipcios que describen numerosos conocimientos médicos de la anatomía. La cultura mesopotámica nos legó un hígado de terracota, que se supone es de un animal por su estructura bilobular. Lo trascendental de Sechín, en contraste con estas dos culturas, es que dejó grabado a través de sus piedras, imágenes anatómicas de órganos humanos, imágenes que Egipto y Mesopotamia no ofrece en sus vestigios; en consecuencia, podemos atribuirle ser la cultura con los primeros testimonios gráficos anatómicos de la historia e incluso ser considerada centro de los primeros anatomistas de la historia universal si se refiere a la anatomía humana y no a la anatomía animal. Es de esta manera, que nuestra cultura Sechín hace su aporte a la historia universal de la medicina, motivo por el cual debe aún ser investigada minuciosamente y ser reconocida principalmente por nosotros, estudiantes peruanos de las Ciencias de la Salud e incluso procurar posicionar esta cultura en el mundo para que ocupe el lugar que le corresponde(2).

CULTURA PARACAS

La cultura Paracas, por su parte, fue una civilización que se desarrolló en el período del Primer Horizonte entre 700 años a.C hasta 200 años d.C, se ubicó en la península de Paracas, Provincia de Pisco en la actual región de Ica. En lo que compete a la medicina, esta cultura sobresale por sus trepanaciones craneanas, procedimiento quirúrgico de alta complejidad que desarrolló con gran éxito en el antiguo Perú. El procedimiento desarrollado en ese entonces involucraba el corte del cuero cabelludo hasta llegar al cráneo, para lo cual se delimitaba el área a cortar marcando el correspondiente perímetro; posteriormente, extraían el área afectada con mucho cuidado, y en seguida limpiaban y tapaban la zona con una placa de oro u otra pieza de metal; por último, colocaban los vendajes con finos algodones propios de la zona. El instrumento que utilizaron para cortar el cráneo fue la obsidiana (piedra volcánica), curetas de dientes de cachalote, el Tumi, entre otros y como anestesia usaban la coca o el alcohol(3). Hoy en día se conoce que las principales causas de muerte en esta práctica quirúrgica es el desgarro de meninges, lesiones cerebrales o infecciones postoperatorias por condiciones sépticas; sin embargo, lo sorprendente de todo ello es la alta tasa de sobrevivencia de las personas sometidas a este acto quirúrgico que lograron nuestros “neurocirujanos” paraqueños, que fue incluso más exitoso de lo que los norteamericanos realizaron hace poco más de 100 años atrás durante su guerra civil. Esta afirmación es corroborada y sustentada por lo que encontró el investigador Stewart en el año 1958, el cual data de 214 cráneos peruanos trepanados casi el 56% mostró cura completa; el 16% cura incipiente y sólo el 28% mostró ausencia de sobrevida. En el mismo sentido, el investigador Rytel (1962) informó que en una muestra de 400 cráneos trepanados de esta cultura se halló una recuperación completa en el 63% de los casos(4).

Todo ello ha influido en nuestra simbología médica contemporánea, siendo la famosa vara de Esculapio con una serpiente enroscada uno de los símbolos universales de la práctica médica, que ha sido sustituida en nuestro país por la silueta de un Tumi, como se puede observar en los logotipos de instituciones médicas peruanas como el Colegio Médico del Perú (CMP), que es la institución representativa de todos los médicos cirujanos, también en la Sociedad Peruana de Neurocirugía y otras organizaciones gremiales y culturales que lo acompañan; todo esto en memoria del amplio conocimiento anatómico y gran habilidad quirúrgica de nuestros antepasados(3).

CULTURA MOCHICA

Finalmente, la cultura Mochica se desarrolló en el valle del río Moche, provincia de Trujillo, departamento de la Libertad, durante el periodo de 150-700 años d.C, periodo intermedio temprano. Esta cultura se caracteriza por haber perennizado y plasmado de forma impresionante y artística sus costumbres, vivencias y creencias en los famosos huacos retratos. Es a través de estos huacos que nos dieron a conocer numerosas enfermedades que los aquejaban en ese entonces tales como la xeroftalmia, viruela, bocio exoftálmico y deformaciones cifóticas o lordóticas de la columna vertebral. Lo más resaltante, según mi opinión, son las amputaciones y posteriores prótesis ortopédicas de madera realizadas por los cirujanos mochicas reveladas, de igual forma, a través de sus cerámicas. Ello debido a que los cirujanos no solo se preocuparon por realizar de forma oportuna y eficaz la amputación de algún miembro inferior gravemente enfermo debido posiblemente a traumatismos vasculares irreparables, infecciones irreversibles, tumores malignos o por castigo por trasgredir una ley, sino que también ellos colaboraron en su rehabilitación, aplicando una prótesis de madera en reemplazo del pie amputado lo cual claramente permitía menguar la discapacidad para que la persona pueda reincorporarse a sus actividades cotidianas o por lo menos integrarse a otras actividades en las que pudiera desempeñarse aceptablemente(5)(6).

Con respecto a la técnica de amputación, los cirujanos mochicas practicaron una muy similar a la técnica quirúrgica de hoy en día, que consiste en hacer la sección del hueso alto, con el objeto de formar el muñón (parte que queda de un miembro amputado de forma cónica o semicónica) bien consolidado y en buenas condiciones para el futuro. De forma posterior, realizaban la confección de prótesis de madera que tenía forma de copa o casco el cual en su interior contenía lana con la finalidad de no lastimar el muñón de la pierna amputada. Por lo tanto, podemos valorar de nuestra cultura Mochica aquella inspiración de sus cirujanos para crear y aplicar prótesis de madera en reemplazo del pie amputado como aquella preocupación para disminuir notablemente la discapacidad suscitada y mejorar la calidad de vida de sus pacientes. Asimismo, de manera personal, elogiar el gran arte de sus ceramistas para plasmar en sus obras, con mucho realismo, todo lo que acontecía en su sociedad, que nos permite en la actualidad, conocer sus logros y comprender su estilo de vida(5)(6).

La cultura Sechín se destaca por sus imágenes grabadas en piedras que nos revelaron su gran conocimiento de anatomía humana y la práctica de la disección y vivisección, lo que fue impulsado por el interés de nuestros antiguos peruanos por conocer cómo era el interior del cuerpo humano, lo que llamamos en la actualidad investigación. Asimismo, defendemos la postura que esta cultura milenaria debe obtener la posición y reconocimiento en la historia universal por ser la cultura con los primeros gráficos anatómicos y los primeros anatomistas en humanos; dada las evidencias que se poseen en la actualidad en contraparte de los vestigios que se conoce de la cultura de Egipto y Mesopotamia. La cultura Paracas sobresale por sus trepanaciones craneanas y por ser la cultura de nuestro país que desarrolló con mayor éxito esta alta y compleja cirugía hace más de 2000 años atrás, siendo incluso más exitosa que el procedimiento realizado por los norteamericanos hace apenas un siglo; de manera que, en el presente mediante el Tumi, instrumento utilizado en esta cirugía, es parte de la simbología médica peruana, entre ellos el Colegio Médico del Perú y la Sociedad Peruana de Neurocirugía. Para terminar, la cultura Mochica resalta por su gran habilidad y técnica para la amputación de extremidades y por el ingenio para la elaboración de prótesis de madera que permitió mejorar la calidad de vida de aquellas personas, asimismo el arte realista a través de sus huacos que perennizaron todo lo que compete al desarrollo de su sociedad.

CONCLUSIÓN

En consecuencia, podemos concluir reafirmando la importancia de conocer nuestra propia historia y revalorarla; de modo que podemos rescatar esos principales aportes de las culturas del antiguo Perú a la medicina nacional y al mundo. Lo cual es sumamente importante para forjar nuestra identidad étnica y como ciudadanos de esta nación, reconociendo que, así como es plausible ilustrarnos con saberes o acontecimientos del mundo pasado, presente y futuro; también lo es conocer nuestra propia realidad a lo largo de la historia, porque como lo diría Marcus Garvey “un pueblo sin el conocimiento de su historia pasada, su origen y cultura es como un árbol sin raíces”. En esta oportunidad, se ha desarrollado todo lo correspondiente a los aportes a la medicina de 3 culturas del Perú; de manera que a todas luces hemos conocido o rememorado que los sechínes fueron grandes conocedores, de la anatomía humana; los paraqueños, los primeros y más destacados neurocirujanos del territorio peruano y; por último, los mochicas, cirujanos hábiles en la técnica de amputación e ingeniosos para la elaboración de prótesis.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

  1. Meneses Flores G. Profesiones de salud en la antigüedad [Internet]. 2020 [cited 2020 Sep 25]. Available from: https://www.researchgatnet/publication/338825099_Profesiones_de_salud_en_la_antiguedad
  2. Moscol Gonzales J. El conocimiento anatómico en el Perú preincaico. Rev Asoc Med Argent [Internet]. 2018 [cited 2020 Sep 26];131(4):4–11. Available from: https://www.amaorg.ar/uploads_archivos/1511/Rev-4-2018-Pag-4-11-Moscol Gonzales.pdf
  3. Galán Rodas E, Laberiano Fernández C, Maguiña Vargas C. Historia del Tumi: Símbolo de la Medicina Peruana y del Colegio Médico del Perú. Acta Médica Peru [Internet]. 2012 [cited 2020 Sep 25];29(1):56–8. Available from: http://conociendolahistoriadelperu.blogspot.com/201
  4. Luis MA, Pucciarelli HM. La Trepanación Craneana , una práctica frecuente en América Precolombina. Rev Mus [Internet]. [cited 2020 Sep 25];71–6. Available from: http://sedici.unlp.edu.ar/bitstream/handle/10915/47646/Documento_completo. pdf?sequence=1
  5. Larco Hoyle R. La medicina Mochica . Cultural [Internet]. [cited 2020 Sep 25];66–70. Available from: http://repebis.upch.edu.pe/articulos/penochid/v2n2/a16.pdf
  6. Paico Vílchez E, Paico Zumaeta E. Prótesis del miembro inferior de los Mochicas. Acta Herediana [Internet]. 2020 [cited 2020 Sep 25];62:23–9. Available from: https://revistas.upch.edu.pe/index.php/AH/article/download/3699/4099

 

Historia de la Salud

Nombre del curso

Ada Pastor Goyzueta

Profesor del curso

Medicina Humana

Escuela Académico Profesional

Aportes Sechín, Paracas y Mochica

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