Co-autor: César Lecarnaque Rojas

“El precio de desentenderse de la política es el ser gobernado por los peores hombres”

Platón

Durante las últimas semanas, se ha vivido una gran crisis política, que se sumó a la crisis sanitaria y económica por la que ya atravesábamos. No obstante, también se vivió una de las mayores manifestaciones en la historia del Perú. Según una encuesta de IPSOS, el 13% de las 1207 personas encuestadas mayores de 18 años de todos los niveles socioeconómicos habría participado en las marchas (1). Esto significa que no fueron miles, sino millones las personas que salieron a las calles, lo cual es fácilmente corroborable por las imágenes disponibles de esos días. Las protestas se extendieron por costa, sierra, selva e incluso hubo movimientos por parte de los peruanos en el extranjero. Muchos estudiantes de medicina se sumaron a las protestas, la mayoría participando de las brigadas médicas. Ahora, ¿por qué eso es importante para la salud pública o para la educación médica?

“Como experiencia personal, el primer día que fui a marchar, no como parte de la brigada, sino como ciudadano de a pie, me gasearon, me dispararon a la pierna una bomba lacrimógena. La responsabilidad social implica que, sin importar la ideología que uno pueda tener, yo voy a estar ahí para ayudar a mis compatriotas. En ese momento, ellos son mis pacientes.

Antes de ser estudiantes de medicina, somos ciudadanos, que nos dimos cuenta que el país estaba siendo ultrajado. Parte importante de la formación médica es el desarrollo de valores que nos permitan cuidar mejor de nuestros pacientes. Valores como la disciplina y la excelencia, pero también la solidaridad, la empatía y responsabilidad social.

Recordemos al médico que prometimos ser al aprobar el examen de admisión. ¿Qué respondíamos cuando nos preguntaban por qué queríamos estudiar medicina?

“Quiero ayudar a las personas, quiero salvar vidas, quiero restaurar la armonía del cuerpo humano”. Ese entusiasmo se va oxidando con los años, y cada cierto tiempo debemos recordarnos a nosotros mismos por qué elegimos la más noble de las profesiones. Ser médico es tener vocación de servicio, servir indistintamente de si es civil, policía, militar, de derecha, de izquierda o extranjero. Sin darnos cuenta declamábamos el juramento hipocrático sin siquiera haberlo leído. Se formó la brigada médica, y no fue una, fueron varias; todas articuladas, todas dispuestas a servir a quien lo necesite.

La apatía política es, o al menos era, común en estudiantes de medicina. Estamos sumidos en una profesión que requiere mucho estudio, mucho tiempo. Es normal que, de a pocos, todo lo que está fuera de nuestra burbuja se vaya olvidando. Sin embargo, la política afecta la vida de todos nosotros, de médicos, de pacientes, de nuestras familias. Estamos obligados a informarnos, porque al final del día el que solo sabe medicina sabe, nada sabe. La conciencia social es parte del enfoque holístico de la medicina.

Desde el punto de vista de salud pública, la participación de los estudiantes de medicina en estas manifestaciones cobra aún más importancia. La política se define como la rama de la ciencia que trata de la organización y el gobierno de las sociedades humanas. La atención en salud nunca será ajena a esa organización y ese gobierno. Bien sabemos que en las políticas de salud pública también hay intereses políticos y económicos. No podemos dejar que entes corruptos destruyan el ya precario pero batallante sistema de salud que tenemos. Mientras haya apatía política en los estudiantes de medicina, va seguir habiendo políticas de salud que favorecen intereses personales por encima del bienestar de la población. Los estudiantes de medicina somos parte de esta generación del bicentenario y no permitiremos que esto suceda.

Las palabras plasmadas en este humilde ensayo, sin embargo, no son ideas nuevas ni revolucionarias, son simplemente la aplicación del juramento hipocrático: PROMETO SOLEMNEMENTE dedicar mi vida al servicio de la humanidad; (…) VELAR ante todo por la salud y el bienestar de mis pacientes; (…) NO PERMITIR que consideraciones de edad, enfermedad o incapacidad, credo, origen étnico, sexo, nacionalidad, afiliación política, raza, orientación sexual, clase social o cualquier otro factor se interpongan entre mis deberes y mis pacientes; (…) PROMOVER el honor y las nobles tradiciones de la profesión médica(2). Seamos el médico que prometimos ser al aprobar el examen de admisión.

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REFERENCIAS

  1. IPSOS. (2020). La crisis política en el Perú – Noviembre 2020 (p. 8). Lima. Retrieved from https://www.ipsos.com/sites/default/files/ct/news/documents/2020-11/la_crisis_politica_noviembre_2020.pdf
  2. WMA – The World Medical Association-Declaración de Ginebra. Wma.net. (2020). Retrieved 29 November 2020, from https://www.wma.net/es/policies-post/declaracion-de-ginebra/.